Zona geográfica donde habitaban:
La civilización maya habitó una vasta región denominada Mesoamérica, en el territorio hoy comprendido por cinco estados del sureste de México que son, Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en América Central, en los territorios actuales de Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, con una historia de aproximadamente 3.000 años.
Vestimenta:
Gran parte de la población estaba dedicada a las jornadas agrícolas, por ello usaban ropa adecuada a las condiciones necesarias, además la indumentaria dependía del nivel social. La mayoría de la gente vestía sencillamente: las mujeres con el huipil o hipil o una falda y su manto; y los hombres con una especie de calzón llamado patí. Sin embargo, la nobleza utilizaba ricos y complicados atuendos bordados con plumas y gemas, calzaba sandalias de cuero y lucía grandes tocados de plumas, además de collares, pectorales y pesados cinturones con incrustaciones de nácar y piedras grabadas. Otras prendas comunes entre los nobles fueron las faldas, capas cortas o largas, chaquetas (generalmente de piel de jaguar o algodón), adornos de conchas, caracoles y diseños geométricos. Aparte del tocado, algunos nobles y sacerdotes llevaban enormes orejeras, narigueras, brazaletes y anillos de jade, cuarzo y oro, y se perforaba la barbilla, bajo el labio inferior, para incrustarse un besote. Entre los accesorios había sombreros, turbantes, penachos, diademas y gorros cónicos. Por lo general el jade es muy utilizado hasta el 900 a . C. (aunque no desaparece) y posteriormente llega la joyería de oro. Los guerreros añadían al vestuario sus armas, escudos y cotas o chalecos protectores bellamente adornados.
Desarrollo tecnológico:
Hace cinco siglos los mayas, una de las civilizaciones más adelantadas de su época, producían entre 50 y 100 kilos de maíz por hectárea. Este pueblo alcanzó un elevado desarrollo científico y tecnológico. Los Mayas usaban ya en el llamado Período Clásico (años 200 a 900) un sofisticado sistema numérico vigesimal.
Los mayas fueron los primeros inventores del número cero, cuyo uso fue documentado en el año 36 AC . Fueron agudos observadores del cielo, su dominio de las matemáticas y la astronomía les permitió describir el movimiento de la luna y los planetas con igual o superior precisión que cualquier otra civilización antes del descubrimiento del telescopio.
Pero además de astronomía, matemáticas y arquitectura, los mayas contaban también con avanzados conocimientos para la producción de alimentos. Existen evidencias de que existían campos de siembra permanentes, conectados a través de redes de canales para riego, y de la producción en terrazas. Algunas evidencias arqueológicas sugieren que el maíz, la mandioca, el algodón y el girasol eran regularmente cultivados.
Arquitectura:
Los restos de la arquitectura maya son una clave importante para entender la evolución de su antigua civilización.
Diseño urbano
Sus ciudades fueron construidas de una manera orgánica (aparentemente descuidada), adaptándose a la topografía de cada ubicación en particular. La arquitectura maya, como la del resto de Mesoamérica, tendía a integrar un alto grado de características naturales. Algunas ciudades existentes en las planicies de piedra caliza en el norte de Yucatán se convirtieron en poblaciones muy extensas, mientras que otras construidas en las colinas del río Usumacinta utilizaron los altillos naturales de la topografía para elevar sus torres y templos a grandes alturas. Aún así prevalecía algún orden, requerido por cualquier ciudad de grandes dimensiones. Un elemento básico lo eran las cuevas ya sea natural o artificial.
En el corazón de las ciudades mayas existían grandes plazas rodeadas por sus edificios gubernamentales y religiosos más preciados, como la acrópolis real, grandes templos de pirámides, y ocasionalmente canchas de juego de pelota. Inmediatamente afuera de este centro de rituales estaban las estructuras de los menos nobles, templos más pequeños, y santuarios individuales. Esencialmente, mientras menos sagrada e importante era una construcción, mayor era el grado de privacidad. Mientras se añadían más estructuras, y las existentes se reconstruían o remodelaban, las grandes ciudades mayas parecían tomar una identidad casi aleatoria que contrasta profundamente con otras grandes ciudades mesoamericanas, como Teotihuacan y su construcción rigurosamente regida por dos ejes perpendiculares. Aún así, aunque la ciudad se disponía de la forma en que la naturaleza dictara, se ponía cuidadosa atención en la orientación direccional de los templos y observatorios para que fueran construidos de acuerdo a la interpretación maya de las órbitas de las estrellas. Afuera del centro urbano constantemente en evolución, estaban los hogares menos permanentes y más modestos de la gente común.
El diseño urbano maya podría describirse fácilmente como la división del espacio en grandes monumentos y calzadas. En este caso, las plazas públicas al aire libre eran los lugares de reunión para las personas, así como el enfoque del diseño urbano, mientras que el espacio interior era completamente secundario.
Materiales de construcción
Un aspecto sorprendente de las grandes estructuras mayas era su carencia de muchas tecnologías avanzadas que podrían parecer necesarias para tales construcciones. Careciendo de herramientas de metal, poleas, y quizá incluso la rueda, la arquitectura maya requería una cosa en abundancia: fuerza humana. Los materiales restantes parecen haber estado fácilmente disponibles. Toda la piedra para las estructuras mayas parece haber sido tomada de canteras locales; con frecuencia era piedra cali zaque, recientemente extraída, permanecía suficientemente blanda como para ser trabajada con herramientas de piedra, y sólo se endurecía pasado un tiempo, al perder su humedad natural. Además del uso estructural de la piedra caliza, utilizaban piedra caliza aplastada, quemada y batida que poseía propiedades similares al cemento, y era usado ampliamente tanto para acabados de repello, como para unir piedras; sin embargo, futuras mejoras en sus técnicas de extracción de piedra redujeron la necesidad de este acabado de piedra caliza, ya que sus piedras comenzaron a encajar casi perfectamente, aun así, permaneció como un elemento crucial en algunos techos adintelados (decolumnas y vigas). En el caso de las casas comunes, los materiales más utilizados eran los postes de madera, caña, adobes, y paja.
Proceso de construcción
Toda la evidencia parece sugerir que la mayoría de edificios se construyeron sobre una plataforma pétrea que variaba en altura, de menos de un metro, en el caso de terrazas y estructuras menores, a 45 metros en el caso de los grandes templos y pirámides. Un tramo de empinados escalones de piedra partía las grandes plataformas escalonadas en al menos uno de los lados, contribuyendo a la común apariencia disimétrica de la arquitectura maya. Dependiendo de las tendencias estilísticas prevalecientes del área, estas plataformas eran construidas de un corte y un exterior de estuco relleno de gravilla densamente compactada. Como en el caso de muchos otros relieves mayas, aquellos en las plataformas a menudo se relacionaban con el propósito de la estructura en la que residían. Después de que las plataformas pétreas eran completadas, las grandes residencias y templos de los mayas eran construidos encima. Como requerían gruesas paredes de piedra para soportar el techo, algunos templos utilizaban arcos repetidos, o una bóveda arqueada, para construir lo que los mayas se referían como pinbal, o saunas, como los del Templo de la Cruz en Palenque. Mientras que las estructuras eran completadas, se les añadía extensivos trabajos de relieve; a menudo solamente al repello usado para alisar cualquier imperfección.
Construcciones notables
Plataformas ceremoniales eran comúnmente de piedra caliza de menos de cuatro metros de altura donde se realizaban ceremonias públicas y ritos religiosos. Construidas en la forma de plataforma de cimientos, eran a menudo realzadas con figuras talladas, y quizá tzompantli, una estaca usada para exhibir las cabezas de las víctimas.
Palacios grandes y a menudo muy decorados, los palacios generalmente se encontraban cerca del centro de una ciudad y hospedaban a la élite de la población. Cualquier palacio real extremamente grande, o uno que consista de varias cámaras en diferentes niveles puede ser llamado acrópolis. Sin embargo, a menudo éstos fueron una historia y consistieron de varias cámaras pequeñas y al menos un patio interior; estas estructuras parecen tomar en cuenta la funcionalidad requerida por una residencia, así como la decoración requerida por la estatura de sus habitantes.
Pirámides y templos. Con frecuencia los templos religiosos más importantes se encontraban en la cima de las pirámides mayas, supuestamente por ser el lugar más cercano a los cielos. Mientras que descubrimientos recientes apuntan al uso extensivo de pirámides como tumbas. Los templos eran impresionantes estructuras decoradas. Como eran ocasionalmente las únicas estructuras que excedían la altura de la selva, las crestas sobre los templos eran a menudo esculpidas con representaciones de los gobernantes que podían ser vistos desde grandes distancias. Debajo de los orgullosos templos estaban las pirámides que eran, en última instancia, una serie de plataformas surcadas por empinados escalones que permitirían el acceso al templo.
Canchas de juego de pelota
Como un aspecto integral del estilo de vida mesoamericano, su juego de pelota ritual y sus canchas fueron construidos por todo el imperio maya, a gran escala. Rodeada por dos lados por rampas escalonadas que dirigían a las plataformas ceremoniales o a templos pequeños, la cancha de juego de pelota tenía una forma de L mayúscula y se encontraba en todas las ciudades mayas, excepto en las más pequeñas. El juego de Pelota tuvo un papel ritual, político y posiblemente económico. El juego de Pelota simbolizaba la lucha entre las fuerzas opuestas del universo, es la lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, la pelota en constante movimiento representaba al movimiento de los astros y las fuerzas de la creación.
Forma de escritura:
El sistema de escritura maya (a menudo llamada jeroglífica por un vago parecido superficial con la escritura del Antiguo Egipto, con la que no se relaciona) era una combinación de símbolos fonéticos e ideogramas. El desciframiento de la escritura maya ha sido un largo y laborioso proceso. Algunas partes de ésta fueron descifradas a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX (en su mayoría partes relacionadas con números, el calendario, y astronomía). En cuanto al estudio de la escritura maya existen dos versiones:
Por la primera versión tenemos a los epigrafistas. Entre éstos comenzamos con Constantin Rafines, que en 1832 fue el primero que descifró los grifos numerales. Después tenemos al ruso Yuri Knorozov, quien realizó un estudio para descifrar la lengua maya, el cual fue bloqueado por varios arqueólogos. Sin embargo sus esfuerzos son ahora reconocidos por los estudiosos de la civilización maya. Actualmente existen cerca de 30 epigrafistas en el mundo.
Por la segunda versión tenemos al Doctor Ramón Arzápalo Marín, filólogo y mayista (no epigrafista aunque conoce bien su lengua) quien declara que hasta el momento ha habido varios fracasos por descifrar la escritura maya, pues no es alfabética (como Diego de Landa propuso) ni silábica sinólogo ideográfica. En este tipo de escritura se dificulta la lectura al tener, como otras lenguas, expresiones populares y religiosas, frases idiomáticas, etc.
Los progresos de los epigrafistas hacen que se puedan leer, entre otros documentos, las estelas y ahora han salido a la luz informaciones reveladoras, como las fechas, los acontecimientos, los nombres y cargos de los personajes, los lazos familiares y en ocasiones aparece la frase “se lo comió”, haciendo referencia al canibalismo ritual. El trabajo de los epigrafistas es muy interesante y son ellos quienes se encargan de descifrar la escritura maya. Varias universidades preparan actualmente más generaciones de epigrafistas.
Producción literaria:
Hay pocos ejemplos de la literatura maya, pues muchos códices mayas fueron destruidos por el tiempo, la humedad o los misioneros españoles, y sólo se salvaron cuatro: El Códice de Dresde; el Códice Tro-Cortesiano, el Códice Peresiano y el Códice Grolier que se encuentran respectivamente en Dresde, Alemania; Madrid, España; París, Francia; y Ciudad de México, México. Los Libros de Chilam Balam, El Popol Vuh y Los Anales de los Cakchiqueles fueron escritos respectivamente en maya yucateco, quiché y cakchiquel utilizando el alfabeto latino traído por los españoles.
Los libros de la literatura maya que se conocen, son de temas religiosos y mitológicos y no son de fácil interpretación. El Chilam Balam era el libro sagrado maya. Cuenta con varias versiones: la más importante es del poblado de Chumayel.
· Rabinal Achí:
Es una obra de teatro escrita en Quiché y es la única de este género que se conserva casi completa. La obra narra las proezas de un guerrero quiché que trata de obtener su libertad y prefiere la muerte antes de rendir vasallaje a su enemigo.
La pieza combina pasajes trágicos con otros hondamente líricos. Entre estos últimos, se encuentran aquellos que describen los sentimientos del guerrero quiché ya condenado: pide volver a su patria para despedirse de sus valles y montañas antes de morir.
· Popol Vuh:
Popol: (comunidad, consejo). Vuh: (libro). Esto significa Libro del Consejo, Libro del Común o Libro nacional de los quichés. El Popol Vuh es uno de los más importantes libros sagrados de la cultura maya-quiché. Originalmente fue pintura, memoria y tradición oral; por eso fue transcripto en lengua quiché con caracteres latinos recién hacia 1544. Su producción corresponde al período de la literatura indígena colonial aunque se mantuvo oculto hasta comienzos del siglo XVIII. Esta obra narra el origen del mundo desde la perspectiva religiosa de los mayas; sin embargo, es evidente en él la influencia de la religión católica debido al proceso de evangelización llevado a cabo en América. Esta obra, considerada una suerte de Biblia maya – quiché, resume las creencias de este pueblo. Su asunto puede dividirse en un preámbulo y cuatros grandes secciones. En el preámbulo, el recopilador indígena manifiesta su intención de contar la historia del pueblo quiché. La primera sección resume las creencias quichés respecto del origen y formación del mundo. La segunda sección incluye una serie de narraciones míticas y de leyendas religiosas y las últimas dos partes contienen la historia del pueblo quiché y sus cuatro primeros caudillos, también narran la genealogía de los pueblos que vivieron en la zona y sus asentamientos llenos de vicisitudes. El Popol Vuh es un texto escrito por algún miembro de la citada etnia que ya había sido instruido por los españoles, en tanto que compuso la obra con caracteres del alfabeto latino. El Popol Vuh supone un auténtico compendio de la cosmogonía. Según este texto, el mundo era nada hasta que los dioses, decidieron generar la vida. Se dice que primero crearon la Tierra , después los animales y, finalmente, los hombres. En un primer momento, éstos fueron hechos de barro. No obstante, luego crearon a los hombres a partir de granos de maíz molidos y unas cuantas mujeres. La obra comienza con la enumeración de los seres divinos y de sus varias denominaciones. Crean astros. No necesitan crear la luz que existió, según el Popol Vuh, desde siempre. Pero si necesitan hacerlo con la oscuridad. Deseaban oír alabanzas.
Este libro describe las secuencias del célebre juego de pelota entre magos y dioses que luchan por la supremacía para vencer el mal.
Por todo esto expuesto, puede afirmarse que el Popol Vuh narra desde los sucesos legendarios, protagonizados por dioses y héroes gigantescos, propios de la edad mítica, hasta los hechos que conforman la historia del pueblo quiché, y resume las luchas de sus diferentes tribus para alcanzar la dominación de territorios con climas más propicios para el desarrollo de su cultura.
Cuando los sacerdotes mayas dominaron la técnica de la escritura latina, tradujeron sus largos pictogramas hechos en tiras de papel vegetal y los guardaron en secreto para evitar su destrucción. Esto permitió que textos como los Chilam Balam (el que es boca del jaguar o brujo) y el Popol Vuh (libro de la comunidad) no se perdieran para siempre.
Los Chilam Balam expresan la desesperación maya ante la llegada de los españoles, profetizada por un sacerdote. Conjunto de textos históricos y proféticos, escritos en el llamado maya yucateco.
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